El territorio valenciano "no está a la altura de los desafíos que presenta la transición energética", una "parálisis renovable" generada por un bloqueo burocrático que mantiene la generación eléctrica con energías limpias "prácticamente estancada" y que, de continuar, hará que la Comunidad Valenciana necesite "150 años para alcanzar los objetivos de instalación renovable" fijados para 2030. Es el funesto diagnóstico emitido por la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen) en su Informe de Situación de las Energías Renovables en la Comunitat Valenciana, un documento que estudia la realidad del desarrollo renovable en el territorio valenciano y lo sitúa en el contexto español.