La startup suiza Destinus está tratando de revolucionar la aviación con Destinus-3, un turborreactor propulsado por hidrógeno, un combustible sostenible, con el que la empresa emergente pretende avanzar hacia un vuelo totalmente basado en la molécula verde. Tomando como base el clásico motor turborreactor de General Electric CJ610, Destinus-3 incorpora un postquemador hecho a medida permitirá que este prototipo alcance velocidades supersónicas gracias al hidrógeno, según afirma la aeronáutica europea en un comunicado.